Movilidad urbana sostenible

30/01/2014

INTRODUCCION:
La movilidad, el poder desplazarnos de un lugar a otro, es esencial para toda persona. Basta que pensemos en qué hacemos un día cualquiera: salimos de casa para ir al colegio, al trabajo, a comprar, al cine, o a visitar a un amigo. A veces todo está cerca, pero otras no. En ocasiones, podemos desplazarnos de un sitio a otro por nosotros mismos pero, otras veces, necesitamos recurrir a un medio de transporte para salvar las distancias. ¿Podemos hacerlo todos los ciudadanos? Salta a la vista que no.

Existe un amplio colectivo de personas con movilidad reducida (discapacitados, personas mayores, lesionados por accidente, mujeres embarazadas, etc.) que ven limitada su capacidad de integración social al no poder desplazarse  a realizar compras, pasear por la ciudad, acceder a lugares públicos como Iglesias, museos o instituciones en los  espacios peatonales por el esfuerzo físico  y costo económico que les supone el acceso a estas zonas de la ciudad. Esto supone una discriminación y una barrera a la integración.

Una ciudad accesible es aquella en la que sus habitantes pueden desplazarse cómodamente por las calles, con independencia de que tengan, o no disminuidas   sus facultades físicas y/o sensoriales, de forma temporal o permanente.

La ciudad accesible es la que ha construido sus edificios públicos, o privados destinados al uso público, teniendo en cuenta las necesidades de todas las personas, o la que lleva a cabo las modificaciones necesarias para que lo sean, si no fueron construidos pensando en todos.
Son muchas las ciudades y pueblos que están replanteándose esta cuestión tratando de hacer ciudades a una escala más humana
De esta forma, vemos que el concepto de “Movilidad Sostenible” es más amplio que el mero hecho de la comercialización de vehículos eléctricos y comporta un reposicionamiento completo en la forma en la que nos relacionamos como sociedad. Sin duda en los próximos años veremos, ya sea de forma voluntaria o forzada por los acontecimientos climáticos y la falta de recursos, como cambia la manera de desplazarnos, las razones para hacerlo, el vehículo en el que lo hacemos y el impacto de dicho desplazamiento.
Pero ésta, hoy por hoy, no es nuestra realidad. Estamos muy lejos de vivir en ciudades adaptadas a las necesidades de todos.  Disponer de un vehículo propio, adaptado a las necesidades concretas, poder utilizar servicios públicos, como taxis, autobuses, trenes, etc. es un derecho que no siempre se puede ejercer.

Para una persona con movilidad reducida, hacer lo mismo que una persona  sin discapacidad, supone un mayor  esfuerzo físico y económico. Por ello, podemos afirmar que la movilidad reducida limita el espacio vivido.
En la sociedad del Siglo XXI no puede haber diferencias de espacios entre personas con una movilidad normal y otras con movilidad reducida.

La discapacidad es una cuestión de derechos humanos, y la no discriminación y la acción positiva son elementos clave para garantizar esos derechos.

Las personas con discapacidad presentan una actitud valiente ante las dificultades que presenta su movilidad. Están habituadas, por fuerza, a acometer esfuerzos diarios por normalizar su situación y a desplegar su habilidad para realizar los desplazamientos necesarios.
Este ejercicio de superación reduce su calidad de vida  y  en muchas ocasiones, para su entorno familiar o de amistad. En una gran parte de los casos, su situación conlleva complicaciones como la generación de estrés, el cansancio o la necesaria y continua implicación de otras personas para el desarrollo de su movilidad

Esto supone un gran coste social y económico para las familias que en ocasiones se convierte en una barrera insalvable para hogares con pocos individuos y/o con recursos limitados.

Esa dedicación tan intensa y el esfuerzo constante, no tendrían por que ser necesarios en un contexto de adecuado nivel de accesibilidad. De esa forma otras personas con menores posibilidades o capacidad de superación, accederían con facilidad a los entornos.

Los equipamientos como  scooters  de tres o cuatro ruedas y sillas de ruedas manuales o eléctricas para personas con dificultades motoras  ,  son la mejor solución para enfrentar el desafío de la movilidad  y producen un aumento de calidad de vida,  cuando movilidad se convierte en normalidad.  Y es que la dependencia continua de la pareja, la familia, etc,  puede ser muy frustrante para la persona afectada por un accidente o una enfermedad.

Estas máquinas posibilitan a estas personas  tener rutinas más sencillas dentro de sus propias casas y poder  para trasladarse a cualquier lugar sin ayuda de terceros y todo indica que con el tiempo esta situación se convertirá en una imagen natural y cotidiana.

Movilidad Urbana Sostenible es un conjunto de actuaciones que tienen como objetivo la implantación de formas de desplazamiento más sostenibles dentro de una ciudad; es decir, de modos de transporte que hagan compatibles crecimiento económico, cohesión social y defensa del medio ambiente, garantizando, de esta forma, una mejor calidad de vida para los ciudadanos.
Lamentablemente nuestra propuesta de octubre de 2011 al Ayuntamiento de Logroño  no  fue aceptada y confiamos que en un futuro, la sensibilidad de nuestros políticos aumente en estos aspectos tan importantes para las personas con necesidades específicas de movilidad.
Pedimos que  deben estudiarse políticas de movilidad analizando las necesidades especiales de la población con discapacidad , personas con movilidad reducida, personas mayores, etc., que no pueden utilizar bicicletas  y así como se realizan inversiones en carriles bici, ayudas al alquiler de bicicletas, etc,  no dejar a un lado a esta población y que se destinen recursos y apoyos para el alquiler y la compra de  scooters eléctricos con los cuales poder se incrementaría la calidad de vida de  este núcleo de población permitiendo una mayor facilidad para pasear por nuestras ciudades y normalizando el acceso a  necesidades tan básicas como visitar la ciudad, salir de compras, ir al cine, etc.

La empresa Moverte, puede aportar una solución creativa a partir de una flota de scooters  eléctricos, por tanto completamente ecológico, seguro, fácil de usar, con un diseño atractivo y diferenciador. Que no circule a más de 15 km./h., gratuito para los usuarios. Un vehículo que se convierta en la “mascota de la zona” bien recibido por los residentes, celebrado por los comerciantes, atractivo para los ciudadanos de todas las edades y todas las zonas de Logroño y alrededores, así como para los visitantes y muy especialmente para las personas con movilidad reducida.
Si tenemos en cuenta que la población con discapacidad de La Rioja está próxima a las 16000 personas, podemos hacernos una idea del bien social que aportaría esta iniciativa.

REVITALIZACION DEL CENTRO URBANO Y NEGOCIOS DE PROXIMIDAD
La posibilidad de desplazarse por la ciudad en horario comercial por las zonas peatonales conlleva una ayuda a los negocios de proximidad y al ciudadano ya que aporta una  gran facilidad para moverse por la ciudad y por consiguiente facilitando el acceso a los establecimientos comerciales.

Desde un punto de vista turístico prudente se calcula que cada viaje realizado por una persona discapacitada atrae a 1,5 acompañantes. Estos datos nos permiten denominar al segmento de personas con discapacidad como Multiclientes.

Nuestro sistema de transporte, viene a resolver radicalmente este problema de los ciudadanos más desfavorecidos por problemas de movilidad, proporcionando un acceso a una vida más normalizada y un mayor bienestar social.

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