Blog de Ortopedia Online

¡Feliz año nuevo de parte de ortopedia moverte! El nuevo año trae consigo nuevas oportunidades, pero también reafirma los compromisos que realmente importan. En Ortopedia Moverte, comenzamos este 2025 con el mismo propósito de siempre: mejorar tu calidad de vida. Desde nuestra experiencia personal hasta el trato cercano y profesional que ofrecemos, tu bienestar seguirá siendo nuestra prioridad. Porque sabemos que, más allá de productos, lo que realmente importa es sentirte apoyado, comprendido y acompañado en cada paso del camino. Ortopedia con alma. En Ortopedia Moverte, comprendemos tu situación porque la hemos vivido. La historia de Ignacio: de la superación personal al compromiso con los demás En Ortopedia Moverte, no solo entendemos las dificultades de movilidad, las hemos vivido en primera persona. Nuestro fundador, Ignacio Asín, tras un grave accidente y una lesión medular, se enfrentó a uno de los mayores desafíos de su vida que lo obligó a redescubrir el mundo desde una nueva perspectiva. Ignacio experimentó lo que significa depender de otros para las tareas más simples, buscar soluciones sin encontrarlas y sentir cómo la falta de autonomía afecta no solo al cuerpo, sino también a cómo esto compromete a los que viven con él. Esta vivencia lo llevó a darse cuenta de algo fundamental: no existía…

Vivir experiencias difíciles, nos hace fuertes en la vida. Compartirlo, nos dignifica. Comparte tus inquietudes y aquello que te preocupa. Ente todos podemos ayudarnos. No me canso de creer que lo bueno aún está por llegar. Tengo ya 54 tacos. A los 18, siendo un tipo deportista, la vida me sorprendió con un mal salto de trampolín que me dejó en cama totalmente inmóvil cerca de 2 años. Con una lesión medular cervical, nadie te ha enseñado a vivir. Todo cambió  en un segundo. Para las  cosas más sencillas como lavarte, comer,  absolutamente para todo, dependía  de otra persona. Cada  minuto, mi mente recorría los nervios desde la cabeza hasta los pies intentando crear una ruta invisible que llevara energía a mis músculos, hasta que un día comencé a mover poco a poco los pies, las manos las piernas,.. Le siguieron jornadas de intensa rehabilitación, años de  gimnasia con distintos fisioterapeutas, incluso os confío que visité a alguno de esos curanderos que alguien nos recomienda cuando la medicina tradicional parece que no funciona, hasta que por fin, y apoyado en unas muletas, que hoy me acompañan, volví (a mi manera) a caminar. Sé que soy un gran afortunado, porque seguro que otros, aún con más voluntad…