Cosas a tener en cuenta con las grúas para utilizar en casa

02/03/2017

Las grúas domiciliarias eléctricas son necesarias en el cuidado de cualquier persona que padezca movilidad reducida. Se pueden utilizar en residencias, hospitales y también en hogares cuando se está a cargo de un familiar con discapacidad.

Las personas mayores a medida que cumplen años van perdiendo la capacidad para andar y moverles puede resultar algo complicado, por no hablar de la situación de malestar que se crea entre las personas dependientes y sus cuidadores.

Muchas veces sucede que, como consecuencia de su discapacidad, han de estar mucho tiempo en cama, pero es necesario levantarlos para que puedan ir al baño, llevar una higiene diaria, vestirlos y para limpiar la habitación.

Es de vital importancia contar con una persona que tenga mucha fuerza, pues requiere un esfuerzo físico considerable, aunque los cuidadores no siempre cuentan con ese vigor y acaban sufriendo las consecuencias en forma de dolores de espalda y una impotencia personal que lleva al sufrimiento. Por otro lado se encuentra la persona discapacitada, que puede sentirse mal al saber que su cuidador está padeciendo de una u otra forma.

Nuestras grúas eléctricas de uso domiciliario están especialmente diseñadas para facilitar enormemente los traslados de los enfermos. De ese modo, el día a día resultará mucho más sencillo y cómodo. Por un lado, la vida familiar no se resentirá y, por el otro, el cuidador dejará de sufrir un desgaste físico y emocional.

Cómo elegir una grúa domiciliaria

Las grúas domiciliarias son aparatos que llevan a cabo determinados servicios, desde elevar al enfermo o discapacitado para poder cambiarle las sábanas hasta trasladarlo de la cama a una silla normal o de ruedas.

Como sucede en las también grúas de traslado o en las grúas de bariátrico (cuya diferencia a destacar es que han sido diseñadas para personas con sobrepeso), existen diferentes modelos de grúas y, si no se está debidamente familiarizado con ellas, resulta conveniente contar con la ayuda de personal cualificado para saber cuál es la más adecuada según el uso que se le vaya a dar. Eso o tener en cuenta ciertos aspectos fundamentales para elegir la más acorde a la situación.

Para decantarse por uno u otro modelo es conveniente medir el ancho que existe entre los marcos de las puertas, puesto que si la grúa es más ancha, no va a poder pasar por ellas y no resulta útil. De cualquier forma, hay diseños que son plegables y propuestas muy compactas para resolver este problema tan común, de hecho, casi todas las grúas cuentan con patas que se pueden doblar para facilitar al máximo su traslado. Una vez vayan a ser usadas, lo único que hay que hacer es volver a plegarlas hasta su tope para obtener la mayor estabilidad. Según esto, también resulta conveniente calcular el ancho de los pasillos y de las áreas donde va a estar el usuario.

Otra cosa muy importante es saber el peso del enfermo o discapacitado, pues todas las grúas soportan un peso máximo y hay muchos modelos diferentes que atienden este valor, como son las grúas bariátricas fabricadas para las personas con sobrepeso.

Y así como hay diferentes grúas, también existen diferentes arneses de seguridad para aportar confianza y proteger al enfermo, más si se trata de una persona que padece ansiedad, que es inquieta o si sufre hipotonía y hay que sujetarle la cabeza. Así, se obtendrá una postura adecuada con respecto a la columna y la cabeza erguida.

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